Iniciado por
María_Laura3
Lo que los apóstoles determinaron en el concilio de Jerusalén era guardar la Ley que Jesucristo les enseñó y les mandó guardar, que es la Ley que en verdad fue dada por Dios desde siempre y para siempre. Debes comprender que los mandamientos que Jesús nos enseñó cuando predicó el Evangelio, mandamientos que Él mandó guardar, son los mandamientos que en verdad fueron dados por Dios desde siempre y para siempre.
Y en el Antiguo Testamento hay escritos mandamientos que Jesús nos enseñó y mandó guardar cuando predicó el Evangelio, por tanto esos mandamientos del Antiguo Testamento que coinciden con los del Evangelio, fueron realmente dados por Dios.
Pero en el Antiguo Testamento también están escritos muchos mandatos que son contrarios a los mandamientos del Evangelio, como los mandatos que ordenaban a los hombres hacer daño y matar a las personas en muchas ocasiones. Y esos mandatos contrarios al Evangelio no fueron en verdad dados por Dios, sino que eran mandatos de hombres que fueron añadidos a la ley por los escribas que cambiaron la Ley de Dios en mentira, como nos avisan los profetas que dicen así:
Jeremías 8:7-9
¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley del Señor está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas (.......)
Sofonías 3:1-4
Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley.
Malaquías 2,5-10
Mi pacto con él fue de vida y de paz (.........) Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos.
Ezequiel 5:5-6
Así ha dicho el Señor Dios: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos.
Isaías 24:5-6
Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno (......).